Querido Pepe
Querido Pepe: Ayer, como en otras ocasiones durante tu ingreso en el Hospital, quisimos saber de tí y de la evolución de tu corazón, que hace unos meses te jugó una mala pasada. Carmen, tu mujer, a la que tanto has querido y que tanto dependía de tí, nos informó de tu reciente fallecimiento justo el día anterior a nuestra llamada. Tu estado de inconsciencia a lo largo de estos últimos meses nos iba robando la esperanza de volverte a ver recorriendo ese campo de tu pueblo cuidando a tus abejas para obtener de ellas la mejor miel de esa Alcarria...