La Melodía del Tiempo

19 Nov La Melodía del Tiempo

Y como lo prometido es deuda…

Esta novela que hoy os presento nació con vocación de ser simplemente una canción costumbrista como tantas de las que a lo largo de los años he escrito. Pero creo que se me fue la mano, y aquella canción, después de tres años de un trabajo apasionante y divertido para mí, terminó en novela. Una novela que cuenta el acontecer de esos pueblos castellanos como el mío, sus historias comunes, sus personajes pintorescos y en muchos casos surrealistas que descubriréis a lo largo de sus páginas, y que hoy, tal como algunos de mis antepasados me las contaron, trataré de desempolvar para vosotros.

Sus personajes transitan por los relatos como fantasmas del pasado que se quedaron en la memoria a lo largo del tiempo, y que vuelven, irreales y mágicos, invitándome, en un juego de adivinación, a recordar cuándo, dónde y a través de quién los descubrí, para después marcharse y dejar constancia de su pasada existencia y de sus historias. Debo reconocer que mi documentación sobre determinados acontecimientos acaecidos en ese tiempo y en aquellos pueblos se me presenta borrosa, lo que no impide que algunos de esos recuerdos sean suficientes como para hacerse una idea de la forma en que me tocó vivir aquel tiempo, en el que como niños de pueblo, asilvestrados y prematuramente adultos, escuchábamos las conversaciones de los mayores, mientras nuestra infancia nos iba modelando en un barro rústico que el tiempo nos conseguiría bruñir.

Hoy, impreso en las páginas de “La melodía del tiempo”, vaya mi recuerdo emocionado a esas familias campesinas de entonces, que al calor de la lumbre, en las frías noches de invierno, o tomando el fresco en la calle bajo un cielo cuajado de estrellas en las tórridas noches del verano, nos contaron sus historias a los más pequeños, y nos llevaron de la mano a lugares mágicos, a los que hoy he querido volver. Un viaje de regreso para el que cuento con vuestra compañía.